«Y ahora, oh Israel, ¿qué exige Hashem tu Dios de ti? Sólo esto: que
temas a Hashem tu Dios, que camines sólo por Sus sendas, que le ames y que sirvas a
Hashem tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma (Deuteronomio 10:12).»
Con el antisemitismo asomando su fea cabeza de formas nunca vistas desde la Segunda Guerra Mundial,
junto con COVID-19, la corrupción política, los disturbios, la cultura de la cancelación y
rumores de guerra procedentes de Irán, el caos que nos rodea es una prueba de que estamos
entrando en la era mesiánica. La Biblia compara el Final de los Días con los
dolores de parto de una mujer a punto de dar a luz, un periodo de dolor que conduce a
un periodo de gozo y alegría. Es fácil ver cómo esta metáfora se aplica
a nuestra situación actual. Pero, ¿cómo podemos encontrar la fuerza para superar
los momentos dolorosos?
Podemos recibir orientación de dos de los mayores líderes de la historia judía,
Moisés y el rey David, que nos enseñaron a no temer y a aferrarnos a Dios con
¡todas nuestras fuerzas! Confiar en que detrás de los acontecimientos de la historia está el desarrollo
del plan de Dios, uno que está haciendo avanzar a todo el mundo hacia días mejores
, ¡día a día! Que esta lección nos fortalezca ante la
agitación actual de nuestro mundo, mientras el proceso de la redención final, geula
en hebreo, se desarrolla ante nuestros ojos.