El 7 de octubre y los días y semanas inmediatamente posteriores, los reservistas israelíes fueron llamados a filas. Muchos de estos hombres y mujeres llevaban su vida normal en Israel, mientras que otros recibieron la llamada desde lejos. Mayan Mula fue uno de esos israelíes que respondieron a la llamada a larga distancia. Mayan Mula, que vivía en la India con su dulce familia, no perdió tiempo en subirse a un avión para volar a su patria cuando ésta más lo necesitaba. En tiempos de crisis, surgen héroes de todos los rincones del mundo, que responden a la llamada del deber para defender a su patria. Proceden de distintos entornos y estilos de vida, pero comparten un propósito común: proteger al pueblo y a la tierra que tanto aprecian.
Esta es la historia de Mayan.
Como teniente coronel con catorce años de experiencia en las Fuerzas Especiales de Ingeniería israelíes, Mayan sabía que sus habilidades y conocimientos eran más necesarios que nunca. Al comienzo de la guerra contra Hamás, Mayan se despidió de su esposa Rachel y de sus tres hijos, Barry, Noah y Nativ, y embarcó en el primer vuelo de regreso a Israel. Fue una decisión que cambiaría para siempre el curso de su vida y la de sus seres queridos.
Una vez en Israel, Mayan se sumergió inmediatamente en la lucha contra Hamás, dirigiendo su unidad con la misma dedicación y valentía inquebrantables que habían definido su carrera militar. Conocía los riesgos, pero también sabía que la seguridad de sus compatriotas israelíes dependía de las acciones de quienes, como él, estaban dispuestos a jugarse la vida por un bien mayor.

Trágicamente, la sexta noche de Janucá, el 12 de diciembre, Mayan y su unidad sufrieron una emboscada de Hamás en el campo de refugiados de Yabalia. En un momento que cambió su vida, un RPG impactó, matando a un soldado e hiriendo a varios más, incluido Mayan. A pesar de sus graves heridas, Mayan siguió concentrado en su equipo. Con una fuerza y una claridad de objetivos que sólo pueden describirse como heroicas, proporcionó apoyo médico crítico a los heridos, demostrando una compostura y un liderazgo extraordinarios bajo el fuego.
El alcance de las heridas de Mayan es difícil de comprender. Su cuerpo estaba acribillado por 140 trozos de metralla, que le causaron graves daños en las piernas, el estómago y la oreja derecha. Las lesiones nerviosas de las piernas le impiden ejercer presión sobre ellas, lo que limita considerablemente su movilidad. Sigue teniendo problemas de visión y sigue luchando contra nuevas infecciones causadas por la metralla que sigue alojada en su cuerpo. El camino hacia la recuperación será largo y arduo, con siete operaciones ya a sus espaldas y un futuro incierto por delante.
Pero el impacto de las lesiones de Mayan va mucho más allá de lo físico. Antes de la emboscada, los negocios de Mayan en India exigían viajes frecuentes, que ahora le son imposibles. Imagina por un momento que Mayan fuera tu marido, tu padre o tu hermano, y cuáles serían los efectos emocionales y físicos de su lesión sobre el resto de tu familia. Como puedes imaginar, esta situación ha supuesto una importante carga económica para la familia de Mahyan, que permanece en India mientras él se rehabilita en Israel. La separación no es sólo geográfica, sino también emocional, ya que Mahyan y sus seres queridos afrontan los retos de su recuperación desde la distancia.
La historia de Mayan conmovió profundamente a nuestro videógrafo durante nuestra entrevista con Mayan. Compartió conmigo que aún está procesando la poderosa experiencia de conocer a Mayan, un hombre lleno de esperanza y determinación a pesar de sus tremendos retos. «Fue humillante conocer a un héroe así», dijo. «El espíritu inquebrantable de Mayan y su compromiso con su país y sus compañeros soldados brillan en cada palabra que pronuncia. Su experiencia en Gaza dice la verdad sobre la amenaza constante del terror y los sacrificios de quienes defienden a Israel.»
La historia de Mayan Mula es una historia de resistencia, valor y dedicación. Es un recordatorio de los increíbles sacrificios realizados por los soldados y sus familias y de la lucha continua contra quienes pretenden destruir a Israel y a su pueblo. El viaje de Mayan está lejos de terminar, pero su valentía y determinación nos inspiran a todos.

Es nuestra responsabilidad, como comunidad, estar al lado de Mayan y de sus seres queridos, proporcionándoles el apoyo y la ayuda que necesitan para seguir adelante. No podemos permitir que sus sacrificios pasen desapercibidos o no sean apreciados. Al hacer un donativo a Mayan y a su familia, estamos ante todo dando las gracias a Mayan por su valentía y su compromiso con la tierra de Israel. Pero más allá de eso, cada contribución, sea del tamaño que sea, aliviará la carga financiera a la que Mayan y su familia se enfrentan ahora.
Esta obra benéfica es una forma significativa de demostrar a Mayan y a su familia que no están solos, que sus sacrificios no han pasado desapercibidos y que estamos con ellos en su hora más oscura. Juntos, podemos ser la luz que les guíe a través de este difícil viaje, ayudándoles a construir un futuro más brillante.
Así pues, actuemos ahora. Respondamos a esa llamada de larga distancia para servir, como hizo Mayan hace nueve meses. Seamos héroes para Mayan y su familia. Haz un donativo hoy y demuéstrales que sus sacrificios importan, que su valor y resistencia nos han llegado al corazón y que no dejaremos que se enfrenten solos a estos retos.
Juntos, podemos garantizar que Mayan y su familia reciben el apoyo que necesitan y merecen desesperadamente. En un mundo donde existen héroes como Mayan Mula, demostremos que la compasión y la generosidad pueden brillar incluso en los momentos más oscuros.