![Ezra Schwartz, estudiante de yeshiva estadounidense de 18 años, fue una de las tres víctimas de un atentado terrorista palestino en Gush Etzion, 19 de noviembre de 2015. [Foto: Facebook]](https://israel365.com/wp-content/uploads/2015/11/ezra-schwartz-terror-victim-american-11-19-2015-e1448267029362.jpg)
No es raro encontrar a gente despidiéndose en un aeropuerto.
La gente se abraza. A veces verás a gente enjugándose las lágrimas.
La noche del sábado fue totalmente diferente.
Un millar de personas acudieron al aeropuerto para despedir a Ezra Schwartz, que iba a ser trasladado en avión para ser enterrado en Boston, su ciudad natal.
La gente se abrazaba con fuerza. La gente lloró. Ezra Schwartz, de 18 años, que estudiaba Torá en una Yeshiva de Israel, fue abatido a tiros el jueves por la tarde mientras viajaba en una furgoneta por las afueras de Jerusalén, en la zona de Gush Etzion. Esa tarde estaba de voluntario, llevando bocadillos a los soldados de servicio en esa zona.
Cuando la multitud se congregó, los compañeros de clase, rabinos y amigos de Ezra, que habían venido a mostrar sus últimos respetos, formaron un gran círculo y empezaron a cantar. Eran canciones de hermandad, de fe en Dios, canciones que rezaban por la paz. Algunos de sus amigos estaban envueltos en la bandera de Israel. Cogidos del brazo, la gente se balanceaba de un lado a otro, alzando la voz en señal de súplica y fuerza.
Natan Sharansky, el heroico refusnik y ahora Presidente de la Agencia Judía, estuvo presente y pronunció unas palabras de elogio. Ofir Shaer, padre de Gilad z «l, uno de los tres niños secuestrados y asesinados hace poco más de un año, también estuvo allí para dar fuerzas y compartir este dolor y esta tragedia, que conoce demasiado bien.
El pueblo de Israel está junto a los padres y la familia de Esdras.
El pueblo judío está junto a su comunidad en Boston.
Estamos con sus amigos y profesores de su Yeshiva.
Nuestros corazones se rompen con los vuestros.
Lloramos cuando nos enteramos de que habían matado a Ezra.
No le olvidaremos.
Aprenderemos de él.
Continuaremos con la amabilidad y la bondad con las que vivió su vida.
La noche prosiguió con panegíricos que describían la hermosa sonrisa de Ezra, su calidez, su amabilidad, su amor por sus hermanos, su estrecha relación con su familia, una vida vivida con mucha alegría y una vida trágicamente truncada.
El féretro, cubierto con la bandera de Israel, se dispuso a ser llevado al avión que transportaría su cuerpo de vuelta a casa. En ese momento, se pidió a los presentes que abandonaran el aeropuerto. A un grupo se le pidió que se quedara: Los compañeros de clase de Ezra que habían estado estudiando Torá con él estos últimos meses en la yeshiva. Cada alumno se acercó al ataúd, lloró, ofreció una oración y se despidió con lágrimas de su amigo Ezra.
Este Shabat, los judíos de todo el mundo leen en la Torá que su antepasado Jacob partió de la Tierra de Israel. Los Sabios enseñan en el Midrash que los ángeles del cielo salen al encuentro de Jacob y le escoltan en su viaje.
Ésta no era la forma en que Ezra Schwartz debía abandonar la tierra de Israel. Estaba destinado a abandonar Israel como un joven, un año mayor, con su hermosa sonrisa en el rostro, y regresar al abrazo de sus amorosos padres.
Los ángeles del cielo lloran mientras escoltan a Esdras de vuelta a casa.