Más de setenta y cinco años después del Holocausto, muchos de los supervivientes que quedan en Israel siguen llevando las cicatrices de su pasado, no sólo en la memoria, sino en las luchas diarias a las que se enfrentan hoy.
La mayoría de estos ancianos y ancianas llegaron a Israel sin nada, reconstruyeron sus vidas desde las cenizas y ayudaron a dar forma al país que conocemos y amamos. Sin embargo, ahora, en sus últimos años, demasiados se ven obligados a vivir en condiciones desgarradoras: en apartamentos pequeños y ruinosos, con tejados con goteras, cañerías rotas, paredes desconchadas y sin nadie que les ayude.
Y en los dos últimos años, la vida se ha vuelto aún más dura.
Desde los atentados del 7 de octubre de 2023, los ancianos de Israel han vivido con renovado miedo, ansiedad y profundo dolor emocional. Muchos supervivientes se han vuelto a traumatizar: han resurgido recuerdos que intentaron enterrar, y la sensación de seguridad que tanto les había costado construir se ha visto sacudida una vez más. Con tanto sufrimiento nacional, los recursos se agotan, y las necesidades silenciosas de los ancianos más pobres de Israel se olvidan con demasiada frecuencia.
Estos supervivientes ya han soportado suficiente sufrimiento durante toda una vida. Nunca deberían tener que volver a enfrentarse a la pobreza, la soledad o unas condiciones de vida inseguras. Por eso tu apoyo significa tanto.
En Israel365, creemos que no sólo es nuestro privilegio, sino nuestra sagrada responsabilidad, cuidar de quienes llevaron la antorcha de la fe y la resistencia a través de los tiempos más oscuros de la historia. Cada acto de bondad, cada donativo, es una forma de decir: «No se os olvida. Se os quiere».
Gracias a tu generosidad, hemos podido asociarnos con Tenufa Bakehila, una increíble organización israelí que reconstruye hogares y devuelve la dignidad a los supervivientes del Holocausto y a otros ancianos empobrecidos. Juntos, estamos convirtiendo la desesperación en esperanza: un hogar, una vida y un acto de compasión cada vez.
Gracias a ti, doce supervivientes del Holocausto que vivían en apartamentos inseguros y deteriorados están ahora rodeados de comodidad y cuidados. Desde Kiryat Gat a Jerusalén, Bat Yam, Sderot, Hatzor y Ramle, tus donativos repararon paredes agrietadas, sustituyeron tuberías con fugas, arreglaron la iluminación y la fontanería y devolvieron el calor a hogares que se habían enfriado y roto con el paso de los años.
Te presentamos a Sam, de Kiryat Gat, un superviviente cuya salud ha empeorado desde que perdió a su esposa. Su apartamento se había vuelto inhabitable, pero tu amabilidad hizo posible que el equipo de Tenufa reparara las paredes, instalara iluminación y creara una habitación segura para un cuidador interno. Ahora Alfred ya no está solo, y su casa vuelve a reflejar su dignidad.
En Jerusalén, los paneles solares de Sara reventaron una noche helada, dejándola sin agua caliente. Gracias a ti, ahora tiene un nuevo sistema y la tranquilidad que conlleva. Y en Bat Yam, la casa de Michal se transformó: paredes reparadas, fontanería sustituida, luz restaurada.
No se trata sólo de reparaciones domésticas: son salvavidas. Son recordatorios para nuestros supervivientes de que la gente de todo el mundo aún les ve, se preocupa por ellos y honra su fortaleza.
A todos los donantes que lo han hecho posible: gracias.
Sin tu compasión, no podríamos continuar esta asociación vital con Tenufa Bakehila. Gracias a ti, los supervivientes del Holocausto de todo Israel viven sus últimos años con seguridad, calidez y dignidad, rodeados no de decadencia ni desesperación, sino de luz, amor y esperanza.
Pero todavía hay muchos más supervivientes que necesitan nuestra ayuda.
Si tu corazón se siente movido a hacer más, considera la posibilidad de unirte a nosotros de nuevo, para que juntos podamos llegar a más ancianos de Israel y devolverles la dignidad que merecen.
Haz un donativo hoy