Todos los días, los terroristas árabes atacan Judea y Samaria, donde destruyen sistemáticamente granjas judías con incendios provocados y violencia.
Las valientes familias campesinas israelíes son la última línea de defensa, arriesgando sus vidas para proteger y conservar cada centímetro de este suelo sagrado. Tu apoyo proporciona a estos héroes las herramientas que necesitan para derrotar a los terroristas.
Sólo en 2024, los yihadistas lanzaron más de 18.000 ataques contra nuestro corazón bíblico, lo que equivale a casi 50 intentos de asesinar a judíos y destruir granjas israelíes cada día,
¿Cómo puede Israel defender su tierra contra este mal implacable?
A través de sus humildes héroes: los valientes agricultores judíos de Judea y Samaria.
Estos valientes hombres y mujeres hacen mucho más que cultivar. Defienden sus granjas contra los terroristas que utilizan el incendio provocado y el asesinato para expulsar a las familias judías de sus tierras.
Son los leones que vigilan mientras otros duermen y permanecen firmes mientras otros retroceden.
Conoce a la familia Pnini. Durante más de 16 años, han hecho mucho más que cultivar su tierra: han vigilado 1.200 acres de la patria bíblica.
Sus campos se han convertido en un campo de batalla
Como muchos otros en Israel, la familia Pnini se enfrenta a constantes ataques terroristas por parte de terroristas palestinos que queman regularmente sus campos de pastoreo, matan de hambre a su ganado y roban sus ovejas durante las incursiones nocturnas.
Los terroristas árabes no sólo amenazan la tierra, sino la vida de todos los judíos que viven en ella.
Para los valientes agricultores de Judea y Samaria, cada amanecer trae incertidumbre.
¿Arderá hoy otro campo? ¿Destruirán los yihadistas su ganado? ¿Su hogar? ¿Su esperanza?
Los terroristas son implacables. Su objetivo es simple: convertir la vida de los campesinos judíos en un infierno para que abandonen la tierra.
Pero los campesinos no retrocederán. Por muy mal que se pongan las cosas, no retrocederán.
Cuando el terror golpea, los agricultores israelíes no se limitan a reconstruir: siembran, se expanden más y se hacen más fuertes.
Cada vid que plantan, cada campo que aran y cada árbol que cultivan refuerzan el dominio de Israel sobre este suelo sagrado. No se trata sólo de agricultura: es una declaración de soberanía israelí. Los terroristas pueden robar fácilmente la tierra vacía, pero la tierra cultivada sigue siendo nuestra.
«Pero vosotros, montes de Israel, produciréis ramas y frutos para mi pueblo Israel, pues pronto volverán a casa». – Ezequiel 36:8
Sus tractores son sus tanques, sus arados su proclama: ¡Dios dio esta tierra al pueblo de Israel!
Las amenazas son reales, pero también lo es la determinación de los agricultores.
Puedes dar a estos heroicos agricultores las herramientas que necesitan desesperadamente para luchar contra el terror árabe:
Las llamas son reales. La amenaza es inmediata. Pero tú puedes garantizar que la próxima generación herede no sólo historias de nuestra patria bíblica, sino prósperas granjas que demuestren la duradera conexión de Israel con este suelo sagrado.
Cada dólar que aportas hace algo más que financiar equipos o infraestructuras. Da a los valientes pioneros de Judea y Samaria la fuerza y las herramientas para derrotar a los terroristas islámicos que buscan la destrucción de Israel.
No debemos dejar que gane el terror. No debemos abandonar la tierra de nuestros antepasados.
Apoya a la familia Pnini. Apoya a todas nuestras familias campesinas. Defiende Judea y Samaria.
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