En estos tiempos difíciles para Israel, una de las formas más poderosas de asegurar nuestro futuro es apoyando a las mujeres que lo están construyendo.
Trabajando con EFRAT, tus generosas donaciones se han convertido en salvavidas para madres que hacen todo lo posible por construir hogares seguros y amorosos, a menudo en circunstancias imposibles.
Hace poco, una joven madre y su bebé recién nacido luchaban por salir adelante. No tenía pañales, ni leche artificial, ni cochecito, ni siquiera ropa suficiente para su pequeño. Se sentía sola, agotada y abrumada.
Pero gracias a vuestra compasión, la ayuda le llegó justo cuando más la necesitaba. Recibió pañales, leche maternizada, ropa y un cochecito: los sencillos elementos esenciales que lo son todo para una madre primeriza que intenta cuidar de su hijo. Ese apoyo no sólo le proporcionó comodidad física; le dio fuerza, dignidad y la seguridad de que no está sola.
Momentos como éste nos recuerdan por qué este trabajo es tan importante. Cada vez que una madre de Israel se siente vista y apoyada, fortalecemos el corazón mismo de nuestra nación.
Tu bondad es lo que lo hace posible. Mientras continúan los desafíos en torno a Israel, tu apoyo constante garantiza que más madres y bebés encuentren el consuelo y la estabilidad que merecen.
Gracias por apoyar a las madres de Israel, las valientes mujeres que crían a la próxima generación contra viento y marea.
Si puedes, considera la posibilidad de volver a donar hoy. Cada acto de bondad aporta esperanza a una madre que más la necesita.