Cómo una comida puede cambiar una vida

Durante más de dos décadas, un pequeño comedor de beneficencia escondido en uno de los barrios más pobres de Jerusalén ha estado cambiando vidas silenciosamente. Fundado con la convicción de que nadie debe pasar hambre, se ha convertido en un faro de esperanza para familias en apuros, supervivientes del Holocausto y ancianos.

«Llevamos 20 años haciendo esto», comparte el fundador. «Lamentablemente, la demanda va en aumento. Cada mes, más familias piden ayuda, y es un reto satisfacer esa demanda.»

Gracias a la amabilidad y generosidad de personas como tú, esta cocina puede seguir sirviendo a quienes no tienen a quién recurrir, proporcionándoles comidas calientes, consuelo y dignidad todos los días.

Homenaje a la vida de Shoshana Spitzer ז״ל

Entre los bendecidos por el trabajo del comedor social de Jerusalén se encontraba la difunta Shoshana Spitzer, superviviente del Holocausto de 103 años que soportó los horrores de Auschwitz y sobrevivió a los experimentos del Dr. Mengele: un milagro de fe y resistencia.

A pesar de todo lo que vivió, Shoshana era conocida por su amplia sonrisa, sus cálidas palabras y su corazón abierto. En sus últimos años, recibió una comida caliente todos los días de este mismo comedor social, una simple amabilidad que marcó una profunda diferencia.

«Esta comida le permitió permanecer en casa casi hasta su último día, con dignidad, silencio y amor. Y no hay duda de que contribuyó a su longevidad».

Al apoyar esta cocina, has ayudado a dar a Shoshana lo que toda superviviente merece: consuelo, dignidad y paz en sus últimos años.

Shoshana falleció a principios de este año, dejando tras de sí un legado de fe, valor y luz.
Que su recuerdo sea una bendición, y que su historia nos recuerde que cada comida dada, cada persona alimentada y cada acto de compasión importan de verdad.

Continuación de su legado: Alimentar a las familias de Israel

Desde el 7 de octubre de 2023, la necesidad en Israel ha aumentado drásticamente. Con tantas familias desplazadas y soldados en el frente, el hambre se ha convertido en una crisis silenciosa.
El comedor social de Kiryat Yovel sigue respondiendo, preparando y distribuyendo más de comidas al mes para familias, ancianos y personas que luchan por reconstruir sus vidas.

«Ahora atendemos a las familias de los soldados que se quedan atrás mientras sus seres queridos están en el frente de Gaza», explicó el fundador. «Les resulta difícil mantener sus hogares en funcionamiento, así que les proporcionamos comidas diarias».

Justo antes de Rosh Hashaná, la cocina inició una gran campaña de recogida de alimentos para las fiestas, asegurándose de que 1.000 familias pudieran celebrar el Año Nuevo con los frigoríficos llenos y los corazones calientes.

«התחלנו היום את החלוקה לנזקקים, נמלא את המקרר לראש השנה לאלף משפחות»
(«Hoy hemos empezado a distribuir a los necesitados: llenaremos los frigoríficos de 1.000 familias para Rosh Hashaná»).

Ayudar a los niños de Israel a empezar el año con dignidad

Este año, tu generosidad también ayudó a que la cocina fuera más allá de la comida: apoyó a niños de familias necesitadas al comenzar el nuevo curso escolar.

«Con motivo de la vuelta al cole, distribuimos mochilas y material escolar para niños de familias necesitadas», compartió el fundador.

Para muchos de estos niños, el comienzo de la escuela conlleva ansiedad, no por las clases o los exámenes, sino por presentarse sin los suministros básicos que tienen los demás alumnos.
Tu apoyo les proporcionó mochilas nuevas, cuadernos y la confianza necesaria para comenzar el curso con orgullo.

Tu generosidad no sólo llena platos: llena vidas de esperanza. Gracias a ti, las familias, los seres queridos de los soldados e incluso los supervivientes del Holocausto más ancianos de Israel son atendidos con dignidad y amor.

Si quieres continuar esta labor que cambia vidas, considera la posibilidad de volver a apoyar a los hambrientos de Israel.
Juntos, podemos mantener lleno cada frigorífico, equipado a cada niño y caliente cada corazón.