Los últimos años en Israel han sido abrumadores. La guerra, los cohetes, el estrés constante y los largos periodos de incertidumbre han golpeado duramente a todo el mundo, pero los supervivientes del Holocausto y los ancianos han soportado una carga especialmente pesada. Para ellos, el hogar debe ser el único lugar en el que se sientan seguros.
Por desgracia, muchos supervivientes vivían en apartamentos que eran cualquier cosa menos eso. Los incendios dejaron las casas dañadas e inseguras. El moho se extendió por las paredes. Las cocinas se desmoronaron. La iluminación fallaba. Los baños eran inaccesibles. No eran inconvenientes. Eran peligros cotidianos.
Con tu apoyo, nos asociamos con Tenufa Bakehila para llevar a cabo reparaciones urgentes que mejoran la vida de los supervivientes del Holocausto en Bat Yam, Sderot, Netivot, Jerusalén, Beit Shemesh y Shlomi, devolviendo la seguridad y la dignidad allí donde se necesitan con urgencia.
He aquí algunos de los cambios que tu apoyo ha hecho posibles:
En Bat Yam, la casa de Moshe fue restaurada tras un incendio, con paredes limpiadas, reparadas y repintadas, luces instaladas y puertas arregladas. El apartamento de Lev se sometió a un severo tratamiento contra el moho, con lo que volvió a ser seguro respirar. Shlomo recibió una cocina completamente nueva y nuevo suelo en toda su casa, sustituyendo un espacio que había quedado inutilizable. A Rena, Dvora y Svetlana se les repararon las paredes y se repintaron los pisos, con una iluminación mejorada que hizo más seguros los desplazamientos diarios.
En Shlomi, la casa de Margarete recibió reparaciones en las paredes, fontanería nueva, un fregadero sustituido y una iluminación adecuada. En
En Netivot, la casa de Eli y Aliza recibió reparaciones en las paredes, arreglos eléctricos y trabajos de fontanería. En Jerusalén, el cuarto de baño de Nora fue reconstruido con barras de apoyo y una ducha más segura, mientras que la casa de Rika recibió nueva iluminación LED después de que se retiraran las instalaciones inseguras.
No eran mejoras. Eran necesidades. Permitieron a los supervivientes moverse con seguridad en sus casas, cocinar de nuevo, bañarse sin miedo y vivir con una sensación de estabilidad en una época en la que Israel se ha enfrentado a una agitación constante.
Todavía hay supervivientes del Holocausto y ancianos israelíes que viven en condiciones inseguras. Tu apoyo continuado hace posible que este trabajo siga adelante, llegando a más personas que merecen seguridad, dignidad y paz en sus propios hogares.
Gracias por estar con ellos y por hacer posible este impacto.